sábado, 20 de marzo de 2010

LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN-PARTICIPATIVA: UN MODELO ALTERNATIVO DE FOMENTO DE LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

La Participación Ciudadana en nuestra ciudad está soportando una excesiva reglamentación y una tediosa formalización que están provocando la huida de aquellos ciudadanos que son capaces de elaborar propuestas a título individual o en un momento determinado.

En un ejemplo de fomento de la Participación Ciudadana, está se podría facilitar con el simple acercamiento de las Asociaciones de Vecinos y de los Consejos de Barrio a los ciudadanos a través de sus miembros, recogiendo estos propuestas “in situ”, dinamizando el trabajo de debate en el barrio y luego trasladando esas propuestas e iniciativas al Ayuntamiento y las respuestas correspondientes a los ciudadanos implicados.

En todo caso, siempre es necesaria la confluencia entre la voluntad política, el compromiso de los técnicos municipales de proximidad y de participación, la responsabilidad de las Asociación de Vecinos y de los Consejo de Barrio y la implicación de los ciudadanos para crear espacios de participación útiles y dotarlos de contenidos específicos y desarrollos continuos.

LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN-PARTICIPATIVA

El objetivo final de las metodologías de Investigación-Acción-Participativa es conocer para transformar; siempre actúan en dirección a un fin o a un “para qué”, pero ésta acción no se hace “desde arriba” sino desde y con la base social.

Dentro del proceso “conocer-actuar-transformar” la investigación es sólo una parte de la “acción transformadora”, pero tenemos que tener en cuenta que se trata de una forma de intervención: al sensibilizar a la población sobre sus propios problemas, profundizando en el análisis de su propia situación y organizando y movilizando a los participantes.

La ventaja de la metodología de Investigación-Acción-Participativa (IAP de aquí en adelante) es que la población es el agente principal de cualquier transformación social y que de su colaboración activa dependerá el cambio efectivo de la situación en que se encuentra, que vive; por lo tanto el objeto de estudio o problemática a investigar parte del interés de la propia población, colectivo o grupo de personas y no del mero interés de un equipo de investigación social. Esto nos indica que partiremos de la propia experiencia de los participantes y de sus necesidades y problemas diarios o sentidos. La IAP trata de explicar –entender más y mejor la realidad-, de aplicar –investigar para mejorar la acción- y de implicar –utilizar la investigación como medio de movilización social-.

En la IAP el objeto de estudio tradicional de la investigación social, la población, pasa a ser sujeto que investiga. Esto lo convierte en una práctica autorreflexiva que se instrumentaliza y operativiza en el “principio de dialogicidad”: el investigador y la población establecen una relación de comunicación entre iguales, un diálogo horizontal entre educando y educado, investigador y población basado en la reciprocidad. (P. Freire).

La participación de la población puede adoptar dos formas básicas, aunque entre ambos polos se pueden establecer toda una serie de posibilidades según cada situación concreta:

 Durante todo el proceso, en la selección del problema u objeto de estudio, diseño de la investigación, trabajo de campo, análisis de resultados y diagnóstico crítico, elaboración de propuestas, debate y toma de decisiones, planificación y ejecución de actividades y evaluación de la acción.
 De forma parcial, participando en algunas de las fases para una vez obtenidos los resultados discutir y analizar propuestas de actuación.

La colaboración entre los técnicos y la población ha de partir de la asunción de un compromiso por parte de los primeros. Este compromiso supone orientar, ayudar, movilizar, sensibilizar en la producción de un conocimiento que ayude a mejorar la propia realidad: producimos un saber para alguien y/o para algo.

Es necesario aclarar que la IAP no es una metodología de investigación exclusiva, ni la única forma de mejorar un proceso participativo, ni excluyente, dado que no sustituye a otras técnicas de investigación y análisis de la realidad. Su aplicación dependerá de las posibilidades y recursos con los que nos encontremos en cada situación concreta. Para que la IAP sea eficiente es conveniente aplicarla en ámbitos reducidos, tales como un barrio, una organización, un distrito, una comunidad rural, etc., para que la participación sea realmente efectiva y los participes puedan emprender las iniciativas del proceso de transformación.

Los elementos determinantes de un Proceso Participativo son:

.- El Conocimiento:
La IAP supone un re-conocimiento de uno mismo, de otras personas o grupos del entorno. Es un proceso de reencuadre que nos permite analizar la historia desde otro punto de vista y analizar aspectos tales como a quién beneficia una determinada situación, a quiénes les ha interesado mantenerla o cómo construimos la situación desde nuestro lenguaje.
También es un proceso de redefinición que ayuda a definir lo que se quiere cambiar y de reidentificación, ya que mediante el mismo facilitamos que las personas y los grupos encuentren sus potencialidades y las de los demás para trabajar sobre ellas.

.- La Formación:
Partimos de la idea de que cada vez que tengamos un nuevo conocimiento sobre una situación hemos de reflexionar sobre si se ha creado un nuevo espacio para que las demás personas también lo tengan. Preguntas tales como ¿avanzamos todos al mismo ritmo? o ¿tenemos todos la posibilidad de participar si queremos hacerlo? se deben abrir en este proceso si queremos que se den la participación y el cambio.
La IAP constituye un proceso formativo en diferentes niveles: el de las técnicas aprendidas y aplicadas, el de la vivencias, la historia, la experiencia puesta en común y expresada, el de las actitudes, las motivaciones, las responsabilidades y como nos enriquecemos todos con ellas, el de las capacidades en el trabajo en equipo y la organización, el de los conceptos investigación, acción y participación.

.- La Conciencia:
Es un proceso de toma de conciencia y sensibilización que nos posibilita la corresponsabilidad y nuestra implicación en los procesos y establecimientos de objetivos.

.- La Comunicación:
A lo largo del proceso vamos buscando espacios comunes de comunicación para acercarnos a los códigos lingüísticos de otros grupos, aprendiendo a escuchar y a expresarnos.
Se nos abre así la posibilidad de establecer relaciones entre grupos de carácter más complejo que las puramente bilaterales entre dos sujetos. Esto implica la difusión y socialización del conocimiento, la información sobre los recursos existentes y el acceso a ellos.

.- La Mediación:
Al poner en marcha un proceso de este tipo es necesario que nos adentremos en un trabajo de mediación, ya que necesitamos identificar actores, colectivos e intereses y buscar los elementos de compatibilidad entre ellos; identificar las necesidades de la población, los nudos de las redes sociales, los comunicadores y los mediadores informales y obtener el reconocimiento de todas las partes que pone en relación el proceso.

.- La Proximidad:
La IAP necesita desenvolverse en espacios abarcables. Para poder conectar con la gente, con sus problemas e inquietudes y canalizar las propuestas de intervención implicando a la población es necesaria una estrategia basada en el trabajo de calle, utilizando el lenguaje cotidiano, el uso de los códigos y símbolos de la comunidad y cierto dominio de los valores que circulan por sus redes sociales.


TRES TALLERES PARA LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN-PARTICIPATIVA

.- Taller de Consenso
Los Talleres de Consenso o de “ciudadanos legos” son talleres que implican a los participantes en la toma de decisiones en relación con los temas elegidos, ya sean estos simples o complejos. No se trata de negociar entre multitud de intereses particulares dónde quienes tienen un poder mayor tienen más que decir en el resultado (o tienen un mayor acceso a la información y a los recursos). En estos Talleres, un grupo de ciudadanos elegidos al azar –por mediación del censo- reciben información sobre un tema concreto y participan en una reunión con expertos, deliberan sobre el problema y emiten un informe detallado con sus recomendaciones.

.- Taller de Escenarios
Los Talleres de Escenarios proporcionan un método participativo que aborda amplias cuestiones sociales. En estos talleres se reúnen los titulares de distintos intereses para analizar diferentes escenarios y dar respuesta a una cuestión o problema determinado. Al realizarlo de esta manera se abordan las barreras que se oponen a la solución del problema y se planifica la acción que nos guiará a la solución de la cuestión o problema detectado.

.- Taller de Ciencia
Un elemento clave de la Participación Ciudadana en la toma de decisiones es la capacidad que tenemos los ciudadanos para examinar las pruebas y realizar nuestros propios estudios de manera crítica e independiente. Esta “ciencia de los ciudadanos” nos lleva a diferentes tipos de aportaciones cualitativas y cuantitativas en los procesos de toma de decisiones.
El Taller de Ciencia responde directamente a las preguntas de los ciudadanos y desarrolla y aplica la investigación-acción-participativa. Los ciudadanos o grupos de ciudadanos participantes deben de tener la voluntad y la capacidad de emprender acciones sociales como consecuencia de dicha investigación para la acción participativa.
Fuente: Tickner (1999).

Documento elaborado por participaenburgos@yahoo.es

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